1984 (Los avistamientos de Fort-de-France (1965) en perspectiva)

Manuel Borraz: Anomalia,

En primavera, la revista "Lumières dans la nuit" vuelve sobre la observación de la Martinica del 20/9/1965 publicando un artículo más detallado de Michel Figuet . Éste concreta la fecha y señala ahora que la primera fase del fenómeno tuvo lugar de las 19:30 a las 19:35, mientras que la segunda fase transcurrió de las 21:05 a las 21:10, un horario más ajustado a la realidad: n1Disparos de los "Martlet" a las 19:30 y las 20:52, hora local. Sólo recordaba la duración y la hora aproximada del fenómeno. Las precisiones que aporto a los lectores de L.D.L.N. acaban de llegar a mi conocimiento gracias al trabajo de búsqueda de documentación efectuado por el ingeniero meteorólogo jefe del Servicio Meteorológico Antillas- Guayana.

Figuet sigue entregado a la elaboración de un catálogo exhaustivo de "aterrizajes" franceses. En ya había publicado un documentado y voluminoso libro sobre el tema: "Ovni: el premier dossier de los encuentros cercanos en Francia" .

Mantiene al corriente a Jacques ValléeJacques Vallée de nuevas informaciones que arrojan dudas sobre el origen de las huellas del emblemático caso de Trans-en-Provence del 8/1/1981, que el GEPAN mantiene como inexplicado . Enseguida comienza su propia investigación paralela del caso .

Se publica "Computer Message Systems" (McGraw-Hill, New York), de Vallée, testigo privilegiado del nacimiento de Internet al haber participado en el desarrollo de su prototipo, ARPANET. También ven la luz las ediciones británica, alemana y sueca de su libro "The Network Revolution. Confessions of a Computer Scientist" (edición americana original: And/Or Press; Berkeley, 1982) .

Vallée orienta su vida profesional hacia el área financiera de los fondos de capital-riesgo, con inversiones en empresas de alta tecnología .

Portada de LDLN no 237-238 (marzo-abril 1984).
Portada de LDLN no 237-238 (marzo-abril 1984).

Gerald Bull prosigue sus actividades, ahora establecido en Bruselas —capìtal internacional del negocio de las armas—, desde que pasara unos meses en una cárcel estadounidense.

A raíz de una investigación periodística, se acusó a su empresa de haber violado en 1977 el embargo de armas a la Sudáfrica del apartheid, dictado por Naciones Unidas. El material había sido re-expedido desde España en un buque que supuestamente se dirigía a Canadá. La operación contó, como mínimo, con la connivencia de la CIA, que había dado apoyo encubierto a la intervención sudafricana en la guerra civil angoleña para contrarrestar la presencia cubana. Pese a ello —o precisamente por ello...—, la investigación de los agentes del Servicio de Aduanas norteamericano no fue más allá de Bull. Su condena a un año de cárcel lo marcó profundamente y lo hizo considerarse una especie de chivo expiatorio de la administración norteamericana. Por otra parte, también fue condenado por la justicia canadiense, que le impuso una sanción económica .