En octobre 1965, un ingeniero canadiense de 33 años, Gerald Bull, viaja a Baltimore para visitar a su viejo amigo Charles Murphy, responsable del Laboratorio de Investigación Balística (BRL) del Ejército norteamericano. Bull busca apoyos para su proyecto HARPn1A no confundir con el proyecto HAARP, tan caro a los conspiranoicos, que comenzó a funcionar en 1993 y no tiene ninguna relación con Gerald Bull. que prevé emplear instrumental lanzado por un cañón para estudiar la alta atmósfera. En último término, el sueño acariciado por Bull es construir un cañón capaz de poner satélites en órbita, una vía alternativa de bajo coste a la cohetería al uso. Entre otras cosas, Bull consigue del Ejército del vecino del sur una pieza de artillería de excepcional calibre (16 pulgadas, unos 400 mm) y un sistema de seguimiento por radar que serán trasladados a la isla caribeña de Barbados. La elección del emplazamiento del centro de pruebas no es casual. La Universidad McGill de Montreal, que auspicia el proyecto, ya mantiene lazos de investigación con la isla, su meteorología es propicia, el Atlántico constituye un extenso y despoblado campo de tiro y, llegado el caso, la proximidad geográfica al Ecuador es óptima para el lanzamiento de satélites. Por otro lado, las oportunidades y equipamientos que brinda el proyecto canadiense son un regalo caído del cielo para Barbados, que no pondrá trabas de ningún tipo s1Graf, Richard K.: "A Brief History of the HARP Project". Entrada "Gerald Bull" de la Wikipedia, citando el libro "Wilderness of Mirrors", de Dale Grant (1991, Prentice-Hall). Ver también: Graf, Richard K.: "A Brief History of the HARP Project", en. Entrada "Gerald Bull" de la Wikipedia, citando el libro "Wilderness of Mirrors", de Dale Grant (1991, Prentice-Hall). Ver también: https://angelacole.caribusiness.com/Home/about--angela-cole/the-paris-airshow/overpaid- bajans/extracts/gerald-bull">https://angelacole.caribusiness.com/Home/about--angela-cole/the-paris-airshow/overpaid- bajans/extracts/gerald-bull.
Paris, lundi 14 juin 1965. Un astrofísico de 22 años, Jérôme Sériel, recibe el Premio
Julio Verne por su novela "Le Sub-Espace", un galardón anual a la mejor obra francesa de ciencia ficción. Sériel
resume así el argumento, como recoge France-Soir: El subespacio es un universo gemelo de nuestro espacio cotidiano
que sólo puede ser alcanzado por seres no humanos accidentalmente. Como resultado de una serie de errores achacables
a los terrícolas, se desata una sorprendente guerra en esa región extraordinaria
s2Citado en https://www.jacquesvallee.net/le_sub_espace_mass.html.
Al final, el mundo no parece menos absurdo de lo que era al principio, pero una docena de científicos —simples
investigadores que se ven forzados a reaccionar ante sucesos inexplicables— han entendido su auténtica profundidad
s3Vallée, J.: "Forbidden Science: Journals 1957-1969", North Atlantic Books, Berkeley, 1992..
Jérôme Sériel es un seudónimo. El auténtico nombre del autor es Jacques Vallée. Desde ese mismo mes de junio, comienza a trabajar en el observatorio de Paris, en tareas de seguimiento visual y cálculo de órbitas de satélites artificiales. Experimenta una gran decepción al constatar cómo algunos datos anómalos, correspondientes a objetos no identificados, son barridos bajo la alfombra para evitar complicaciones. En las horas libres se dedica a hacer cálculos para poner a prueba la hipótesis de Aimé Michel de que las observaciones de OVNI de una misma jornada se alinean sobre una recta ("ortotenia").
El interés de Vallée por los "platillos volantes" se remonta a la muy mediática oleada de otoño de 1954. Se afianzó
un domingo de mai 1955 en su localidad natal, Pontoise, con una relativamente
anodina observación personal de un disco gris de apariencia metálica, inmóvil y silencioso, dotado de una especie de
cúpula superior transparente. Me dejó la firme impresión de que debíamos responder, de que la dignidad humana
requería una respuesta, aunque sólo fuera un reconocimiento simbólico de nuestra ignorancia. En ese preciso momento
me di cuenta de que me avergonzaría de la raza humana si nos limitáramos a ignorar «su» presencia
s4"Forbidden Science: Journals 1957-1969" (Jacques Vallee), North Atlantic Books, Berkeley, 1992..